Me imagino (I)

Me imagino a su lado, con su sonrisa inocente y su fina figura, follándola sin piedad contra alguno de los azules muros de mi hogar, descubriendo qué se encuentra bajo su acento levantino y su interés en sanar mi tabaquismo. Me imagino dejándole cambiarme, transformando al badanas que cierra los bares y caza corazones rendidos, en un tipo con polo y barbacoas en el jardín los domingos. Y vomito, y me gusta esa felicidad, pero el tipo que sale en la foto no soy yo, y apuro otro chester...

Me imagino a su lado, con sus caderas anchas y su sonrisa desvencijada, precipitándose sobre mi corpulento ser, mordiéndome y lamiéndome como si el mundo se fuese a acabar. Me imagino desnudando su cuerpo con delicadeza, como si estuviese desnudando su alma herida. Me imagino enjugando sus lágrimas, recordándole que aún quedan buenos tipos desperdigados por ahí, con lanzas y escudos bajo whiskeys on the rocks y canciones de Leonard Cohen. Me imagino con mi corazón en las manos, discutiendo von ella como si el mundo se fuese a acabar, recurriendo a pasear mi lengua por sus labios menores para solucionar la disputa. Me imagino borracho y abandonado por un tipo con más músculos y menos agallas. Y resoplo, y me gusta esa plenitud que deja el abandono, pero el tipo que sujeta el vaso al fondo de la tasca no soy yo, y mastico otro hielo...

Me imagino a su lado, agradablemente pelirroja, falsamente pelirroja, malamente construída, llena de decepciones y de felicidad para todos, construída a base de retales de canciones del Romero y el Serrano, de vuelta de los vacíos existenciales y la metafísica barata. Me imagino leyendo el periódico del domingo a su lado y follando para celebrar la bajada de las cifras del paro o la victoria de mi equipo el sábado. Me imagino entrando en la cocina, robándole besos en el cuello entre la harina y la fritanga, entre la plenitud y el sabor a realidad, marcando en un calendario los días que llevo sin beber, sin fumar, sin lanzarme al vacío de la noche...sin escribir, sin motivos para pelear. Y me alegro por ese tipo, y me angustio por todo aquello a lo que renuncia, hasta que me doy cuenta de que no soy yo, y escribo más versos...

Me imagino a su lado, cosa que raramente ocurre, con su tez morena y su cabello rubio, con su vestido corto, su vodka y su sonrisa infinita, con sus problemas de trabajo y su inexplicable felicidad. Me imagino a su lado recorriendo valles y montañas, con la mochila y la navaja, me imagino sudando con ella a la luz de la luna que ilumina otro paralelo, otro meridiano, pero su misma piel. Me imagino tocando mi guitarra cerca de ella, robándole el humo de su lucky entre torpes acordes, peleando con su lengua, buceando entre sus senos, deseando que el tiempo se detenga y que mis camisas sigan siendo cuadriculadas, y que el whiskey sea mi compañero y no mi solución, y que mis versos sigan derramándose sobre mi libreta, y ...Y sí, soy ese tipo...y dejo de imaginar...