Sin más

Has cogido la tijera, sin piedad, sin pausa
has ido recortando todos mis esquemas
investiéndome, como idiota honoris causa
haciendo olvidar tu veneno y tus problemas
ahora te has ido, no sé reiniciar la marcha

De mi estómago borbotones de escarcha
en una terraza oyendo como llueve
sentado en Plaza Real mis ideas se avalanzan
como en mi habitación de mugre adolescente
cuando hacía jirones la piel de mi alma

¡Y no habrá paz para tu pensamiento!
proclaman
Llevan antorchas, pancartas y un eslogan

"Este es el precio que pagan los que iban a follar
y como idiotas se enamoran"

Ser normal

Ser normal es lo más complicado de todo. Nadar en un mar de cuerpos y dejar que te lleve la corriente. No ser salmón, ser boga, ser lucio, como los demás. Cásate, perpetúa la especie, esa chica no te merece. No le des margaritas a las cerdas. Sonríe siempre enseñando todos los dientes. Demasiadas normas.

Consejos doy a otros, pero en mi cuento suelo ser el lobo. Después, cada noche, en mi madriguera, me arrepiento solo. De haberme comido a caperucita, de no haber sido paciente y haberla conocido un poco más, pero joder, qué bueno estaban el guiso y la guarnición de marisco.

Intento no intentar, sino hacer, empezar y terminar. Código y principios. Más tarde, cuando veo que lo he intentado, empiezo a darme por terminado. Y en ese ciclo, de ritmo sincopado, con su pérdida de conciencia incluída en una factura, una vez pagado religiosamente su 21% de IVA, me doy cuenta de que no sigo el canon. Me doy cuenta de la corriente, de la deriva, del río de cuerpos que desciende cantando goles de Barça y Madrid y me levanto dolorido, como tras otro Atleti-Levante, fallando ocasiones de gol cantadas. Pero cojones, me levanto una y otra vez y no descanso. Sigo remando, corriendo y peleando, peleando contra un mar de cuerpos, que se acostumbran a dejarse llevar.

A este ritmo, nunca llegaré a ver el mar, pero cojones, veré de dónde coño viene todo, veré el manantial. Y una vez allí, sé que estará ella, con toda la envidia que le tiene la luna. Nos miraremos a los ojos, nos cojeremos de la mano, nos zambulliremos. Río abajo, en un mar de cuerpos.